Colores y Morales
Bush entusiasma a importantes sectores religiosos en América y en España. Les parece una buena noticia el propósito presidencial de defender la familia y los valores morales. No seré yo quien niegue la importancia de estos temas, a los que dedico gran parte de mi tiempo, pero conviene precisar de qué estamos hablando. Comenzaré con una distinción terminológica. Entiendo por "Moral" el sistema normativo de una sociedad. Hay, pues, tantas morales como culturas: católica, protestante, budista, confuciana, hinduista, marxista, capitalista, tec. Por ello, al hablar de valores morales, hay que indicar de qué moral se trata. Esa variedad de morales exige la construcción de una moral "transcultural", válida universalmente, a la que llamamos "Ética", y que ha de ser laica. Las religiones se consideran fuentes últimas de legitimación moral, por lo que resulta imposible que lleguen a un acuerdo. Sin embargo, admiten una ética laica cuando se sienten en peligro, porque entonces apelan a normativas universales -y laicas- como son los derechos humanos, que las protegen. Las religiones han sido fundamentales para el progreso ético de la humanidad, y es estúpida la ferocidad ignorante con que se las critica. Pero las personas religiosas deben comprender que en este momento su obligación "moral" es colaborar a construir una ética laica que nos ampare a todos.
José Antonio Marina en diario El Mundo, 7 de noviembre de 2004.
José Antonio Marina en diario El Mundo, 7 de noviembre de 2004.
2 comentarios
Kiri -
Pues yo creo que no.
Creo que es ahí donde las religiones tendrían que desarrollar un papel conciliador: intentar encontrar esos gérmenes comunes de no-agresión al prójimo, de solidaridad con los débiles, que probablemente existen en la base de todas ellas.
Pactar lo que está bien y está mal debería ser más sencillo, y seguramente no lo es porque a los representantes de las grandes religiones no les suele convenir apearse del burro, ya que les resulta mucho más provechoso complacer a las masas haciéndoles creer que "somos los buenos y ellos son los malos". Actitud ésta que siempre da enormes dividendos a los que la manejan, ya se trate de religiones, clubs de fútbol o asociaciones de mus.
Y en fin, como casi siempre, a mí me parece que, mientras no se anteponga el interés común del ser humano a los intereses de unos pocos seres pseudo-humanos, ni ética ni ná.
Yo no soy una persona religiosa, pero no me importaría formar parte del esfuerzo común de una religión que buscara el acuerdo y pensara ante todo en el hombre. Incluso antes que en Dios, sí.
Kiri -
También es cierto que esta ética común suele ser la de las democracias occidentales, y que, desde el punto de vista de otras culturas, se trata sencillamente de imposiciones apoyadas en el mayor poder económico.
El ejemplo más claro, para mí, es el papel de la mujer en los países islámicos. Damos por sentado, y desde mi punto de vista es lo acertado y eficaz, que "lo bueno" es la igualdad de derechos entre ambos sexos.
Pero la resistencia al respecto es enorme en los países musulmanes. Y lo grave es que viven como una invasión nuestra exportación de valores, en ese y otros temas.
Al vivirlo como una invasión, se multiplican los supuestos argumentos del fundamentalismo, con lo que éste gana adeptos y el enfrentamiento entre morales aumenta.